fbpx
 

Blog

He vuelto al trabajo presencial. Tendré que ir durante una semana y después teletrabajar otras dos. Me ha costado madrugar, lo reconozco. Y me ha resultado muy raro estar de vuelta en la oficina, aunque ha sido muy especial el reencuentro con los compañeros. No estamos todos, iremos por grupos (33% de la plantilla cada semana). Algo es algo.

Esta semana de vacaciones, Edu y yo hemos abierto la caja de scrapbooking de Carrotcake Scrapbook Factory y por fin hemos hecho un álbum. En concreto, hemos escogido el del Daruma, de Quim Díaz. Es muy bonito y lo hemos realizado en tres días durante varias horas, como si estuviéramos haciendo un taller. Ha sido una experiencia genial. ¡Y todavía nos quedan 11 álbumes por hacer!

No hay nada como tener un deadline (o fecha límite, como diríamos en español), para ponerse manos a la obra con proyectos pendientes. Este fin de semana pasado volví con la Blythe. Le puse ojos nuevos (pero no de resina, aquello salió mal), la maquillé y volví a armar su mecanismo. Que he gastado un montón de horas para que funcionase (conclusión: creo que corté demasiado la T-Bar, que es una de las piezas interiores).

A veces las cosas no salen como uno quiere. Cuántas veces habremos dicho esta frase, ¿verdad? Al final, no he podido recuperar los archivos que había en mi disco duro SSD. La empresa fue muy amable conmigo y lo intentaron durante un mes entero con su equipo de I+D, pero no hubo suerte.

Qué contenta estoy. En el mismo fin de semana que hice mi primer neceser, también cosí mi primera mascarilla y terminé el gorro de ganchillo para Paula, mi sobrina mayor. Aquí os voy a hablar de la mascarilla y del gorro, así hago un 2x1, también porque no tengo mucho tiempo es una nueva semana de muchísimo trabajo.

Tras bastantes horas, dos agujas rotas, alfileres doblados, cremalleras estropeadas y alguna que otra crisis, he terminado mi primer neceser hecho a máquina. ¡Vivaaaa! ¡Vivaaaa! Estoy súper feliz. Lo he hecho siguiendo el tutorial de Entremanos que os comparto a continuación.

Os voy a contar un rollo ("Muy bien, Mariola, así la gente no va a seguir leyendo")... En 2012 me compré un MacBook Pro (¿o fue en 2013?). El caso es que lo tengo desde hace 7 u 8 años y hace dos empezó a irme francamente lento. Se me paraba cada vez que abría dos programas a la vez y me tiraba una eternidad para editar vídeos. Me recordaba a mi antiguo PC, jiji. Así que en vez de comprarme un Mac nuevo, seamos sinceros, se me iba de presupuesto, decidí que me instalaran más memoria RAM y un disco duro SSD, que me ha durado dos años.

"¿He sido yo?", como diría Steeve Urkel. "Po zi", como diría Pozi... Vale, ya paro. Estaba yo haciendo el surco nasolabial (¿surco qué?) de mi muñeca Blythe mientras la estaba carvando y de repente he visto una mancha negra. Entonces he pensado, voy a darle más con la cuchilla para quitar ese tajo negro que le he hecho.